El momento más esperado | El día de la Boda

Desde que amanece el día de boda, comienza el momento especial, creemos incluso que mucho tiempo antes, pero centrémonos en ese gran día.

Es momento de el novio. Su preparación suele comenzar posterior a la de la novia y nervios en este momento, surgen igual. Tener el día antes todos los detalles preparados en una habitación, suele ayudar para que el día de la boda, todo salga perfecto.

Nos levantamos bien pronto para ir a la peluquería, aquí empieza todo. Los nervios a flor de piel. Las novias, son sin duda, las que más complementos, detalles y más deben preparar. Desde las ‘simples’ uñas, cejas, pelo, pulseras, pendientes,… todo debe estar perfecto y decidido. Uno de los momentos más estresantes si algo no sale como esperabas, pero tranquila, no pasa nada. Hoy sucederán cosas que no esperabas.

De todos los momentos más especiales de una boda, el momento más especial para las novias, es sin duda, cuando hacen la entrada en el lugar de la boda. Su acompañante, se convierte por unos minutos en otro gran protagonista de la ceremonia, el padrino.

Tradicionalmente, el papel de padrino solía corresponderle al padre de la novia, pero en la actualidad este honor puede llegar a desempeñarlo cualquier otro familiar e incluso un buen amigo.

Antes de hacer su entrada oficial, los invitados deberán haber llegado entre 15 minutos y media hora antes para empezar a ocupar sus asientos, dejando libres los primeros bancos para los familiares más directos.

Una vez que todos estén correctamente colocados, el novio junto con la madrina esperará la llegada de la novia en el altar.

Cogida del brazo izquierdo, el padrino la acompañará durante todo el trayecto llevando a buen recaudo las alianzas con las que la pareja se desposará.

Tras el camino hacia el altar, lo habitual es que se despida de ella con un beso y se situé a la derecha del novio, mientras que la madrina estará situada a la izquierda de la novia.

Al finalizar la ceremonia, el protocolo establece que los recién casados han de ser los primeros en salir y tras ellos el padrino y la madrina, creando así el cortejo nupcial. A excepción de en los enlaces religiosos, ya que los novios suelen ser los últimos en abandonar la iglesia.

Tras las fotos con los familiares más allegados, los invitados esperarán fuera para tirarles arroz, pétalos de flores o confeti.

El momento más emotivo

Uno de los momentos más emotivos del banquete de boda es proponer un brindis. Que el padrino dedique unas bonitas palabras a los novios es muy común en otros países, por lo que poco a poco hemos ido acogiendo gratamente esta tradición.

La mejor manera de hacerlo, tras alzar tu copa y pedir unos minutos de silencio, es presentándote, pues puede que algunos delo invitados no sepan cuál es tu relación con los novios.

Con una anécdota divertida y cariñosa, aseguraras sonrisas entre el público. Podrás destacar aspectos positivos de la persona en cuestión y no olvides mencionar su transformación tras el momento en que se conocieron, en cómo son mejores personas juntos y lo bien que se complementan.

Y para terminar, deséales mucha felicidad.