Sabes que te casas, puede que ya tengas la fecha y entre lo que has visto en instagram, pinterest, unos cuantos blogs y lo que vuestros amigos te han contado, tienes en la cabeza mil ideas, un montón de imágenes y una nebulosa de lo que podría ser vuestra invitación. Esa primera carta de presentación que abrirá la caja de Pandora hacia lo que les espera a los invitados en el acontecimiento del año… ¡vuestra boda!

Pues ahí van unos consejillos para que la búsqueda sea menos dura e incluso la puedas llegar a disfrutar… que sí, que se puede.

¿Clásica o informal?

El primer paso puede ser esta preguntilla inocente: ¿Clásica o informal?

¿Una lucha eterna? No siempre. Puede que seáis de las parejas que se han conocido en una convención de star wars, en una concentración motera, en una quedada de vuestra serie favorita, en un curso de cocina, de cine, o ¡quién sabe!  buscando estrellas … si sois de los que os une una pasión, o algo os identifica en concreto como por ejemplo  los 15 años de noviazgo que lleváis…  estáis a una y no hay lugar a dudas, queréis algo informal, divertido y desenfadado, algo muy vuestro que refleje vuestro entusiasmo hacia esa temática o algo que habéis construído juntos; los colores vivos son bienvenidos y los formatos  gamberros también, ahora os contamos.

¿Que tu estilo es clásico romántico? Entonces, te privan las acuarelas, los papeles de algodón, el cordón natural, el yute, se te van los ojos cada vez que ves tonos de madera, texturas kraft, caligrafías manuscritas y tu chico … sólo quiere verte feliz! así que no problem, a por ello de cabeza. Tienes un universo abierto para elegir tus tarjetas, o tus sobres o los delicados forros con que los quieres acompañar.



Pero… ¿y si cada uno tira de la cuerda hacia un lado? Te plantearás ¿hay un punto de encuentro posible entre nosotros?, ¿es posible que seamos taaan diferentes?  Sí que lo hay, hay puntos de encuentro posibles y no, no sois tan diferentes, él es el chico de tu vida y ella la chica de la tuya, no hay ningún problema en tener gustos estéticos diferentes. ¿Qué hacer? ¡Personaliza! Salte del catálogo, confía en diseñadores con largos años de experiencia, hazles un brainstorming de todo lo que tenías pensado y el resultado será sorprendente; el coste no será esa locura que pensabas y el servicio personalizado os dará la llave para que haya una solución armoniosa donde vuestros mundos se encuentren.

invitación boda perfecta

¿Un sólo color, varios?

Si tienes un color en la mente que no se te va, será que ese es tu color; un consejillo, no te cierres con un tono exacto, escoge mejor una gama, será mucho más fácil para adaptarlo en detalles, decoración y complementos. Si te va lo natural y los colores suaves, ya lo sabes, estás en la época perfecta, el estilo natural nos invade y encantados.

¿Qué formato?

Bieeen, ya tenemos la idea y los colores, toca elegir formato. Si vais a enviar la invitación por correo no queda mucha más alternativa que el sobre; hay una amplísima variedad de modelos con o sin forro en los que puedes incluir pegatinas para adornarlo, un sello con un logo vuestro o un lacre. Si podéis entregarla en mano, imaginación al poder, las opciones se multiplican si evitas el envío postal -y de paso haces una visitilla a tus invitados que agradecerán verte más allá de instagram…- desde por supuesto el clásico sobre con todas las posibilidades que ofrece, hasta el puzzle enlatado, pasando por cajas con formas divertidas, pergaminos, mensaje en una botella de cristal, tablilla grabada de madera.



Así que ya sabes, tanto si tu temática es informal como clásica, si quieres un formato elegante o una locura, si te pirra el amarillo o lo tuyo es el mint, no importa, siempre hay opciones para que la invitación sea única, la vuestra.