Es frecuente encontrarnos con expresiones de amor dentro de las parejas. Podemos estar de acuerdo en que “Te quiero” o “te amo” son las máximas expresiones verbalizadas del amor entre dos personas, pero no son las únicas. En esta gama de verbalizaciones podemos encontrar los “me encantas”, hasta los “quiero pasar mi vida contigo”, pasando por los prometedores “voy a hacerte feliz”.
¿Qué diferencia hay entre Sinceridad en pareja y Sincericidio?
Dentro de este repertorio, hay expresiones en las que sería recomendable detenerse y reflexionar. Hablamos de las expresiones de sinceridad. Un buen ejemplo podría ser la promesa a la otra persona de ser totalmente sincero o sincera, en todos los momentos de la vida; “no quiero que haya secretos entre nosotros”.
¿Cuántas veces hemos llegado a este pacto cómplice en pareja? ¿Qué buscamos realmente al instar a la otra persona a que comparta todo lo que sucede en su vida? Y, por tanto; ¿es recomendable que haya secretos dentro de la pareja?
Para responder a esta pregunta, se hace necesario el definir qué es la sinceridad, pero, sobre todo, qué es el sincericidio. La sinceridad tiene que ver con una comunicación sana, en la que cada miembro de la pareja hace partícipe de su vida al otro, en la que ambos se sienten integrados y en la que, por supuesto, cada miembro de la pareja tiene claros los sentimientos, las opiniones, las ideas… al fin y al cabo, una comunicación en la que ambos miembros de la pareja se van conociendo.
¿Qué significa la palabra ‘Sincericidio’?
Por otro lado, si nos vamos al diccionario de la Real Academia Española (RAE) no encontraremos la palabra sincericidio, puesto que no existe. Sin embargo, es una palabra que, desde el campo de la Sexología y la terapia de pareja, resulta muy útil. Al hablar de sincericidio estamos hablando de una sinceridad extrema, poco útil y dañina. ¿Cómo puede ser una forma de sinceridad extrema, poco útil y dañina? Para responder a esta pregunta, hagámonos otra: ¿Te gustaría que la gente te dijera la verdad siempre? (enfatizando en que sea siempre). Habrá poca gente que diga que sí, en tanto que ello supone información que no es necesario conocer y que es conocida, información que si no se tiene, no importa, o información que hace daño de forma innecesaria.
¿En qué situaciones se cometen sincericidios? Las situaciones más comunes a la hora de cometer este acto de sinceridad extrema, dentro de la pareja, suelen ser aquellas que tienen que ver con la gestión del deseo y las fantasías. Si tienen algo de especial y único las fantasías y los deseos es que son espontáneos, promiscuos e irracionales. Y aclaro que hablo de deseo y fantasía, no de conducta o comportamiento.
No es posible poner límites a lo que sucede dentro de nuestro mundo de deseos y fantasías, tampoco prohibiciones, ni es susceptible de ser juzgado, ni mucho menos de ser condenado, en tanto que lo que sucede en ese mundo, sucede “de puertas para adentro”. Donde sí existen límites, prohibiciones, juicios, condenas, consecuencias, etc. es en nuestras conductas, en lo que hacemos, ya que tiene una repercusión sobre los demás o sobre nosotros mismos, y ha de ser gestionado con el fin de evitar daño o sufrimiento.
¿Debemos contar a nuestra pareja nuestras fantasias con otra persona?
Partiendo de esta idea, no es nada raro que una persona desee tener un encuentro erótico con otra que no es su pareja, que haya imaginado ese encuentro, y que lo haya disfrutado al imaginarlo. El sincericidio se daría al contar a la pareja este encuentro imaginado. El sentimiento de culpa en este tipo de situaciones se da con mucha frecuencia. Desde aquí, lo que se recomienda es que antes de cometer este acto sincericida, cada cual se haga una serie de preguntas:
¿De qué sirve contar a nuestra pareja que hemos tenido una fantasía con otra persona? ¿Significa eso que estamos menos comprometidos en la relación? ¿Significa que queremos menos a nuestra pareja? ¿Va a ayudar en algo a mi pareja el hecho de que sepa que he tenido una fantasía con otra persona? ¿Le va a hacer bien? ¿Nos va a ayudar a crecer como personas y como pareja o va a crear un clima de hostilidad?
Esta serie de preguntas tienen que ver con la situación de una fantasía o deseo por otra persona, pero es aplicable a cualquier situación que tenga que ver con nuestros deseos eróticos.
Las parejas han de tener su propio espacio de crecimiento, pero siempre es necesario un espacio de crecimiento personal. Para que estos dos espacios de crecimiento coexistan, lo recomendable es que seamos sinceros, y no sincericidas.
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Fuente: Alberto Álamo Díaz / Rosa Montaña de CLINICA HEDNER
¡Muy bueno! Hay una canción de Sabina que dice: ”Así fue como aprendí, que en historias de dos conviene a veces mentir, que ciertos engaños son, narcoticos contra el mal de amor.” No creo que sea nesario mentir, pero obiar ciertas cosas, creo que es bueno. La sinceridad ante todo, el sincericidio como lo llamáis es contraproducente. ¡BUEN ARTÍCULO! ;)
Nos encanta que te guste Anabel. Un saludo.
Hay cosas que son de total intimidad, creo que no hace falta contarle absolutamente todo a tu pareja. mucho menos una fantasía con otra persona. Son ganas de arruinar la relación.